Inclusión en el Jardín de Infantes como DERECHO

                                              

                                             Ingresando al país de las maravillas

 Tema: familia e ingreso al jardín. 

Cuando el niño/a ingresa por primera vez a una institución educativa  surgen muchas dudas  ¿Cómo lo van a cuidar? “no lo/la van a entender como en casa” “lo van a pelear” “no van a poder hacerlo dormir” ; “va a llorar mucho en el jardín” y así podemos hacer una lista enorme de todos los interrogantes que surgen desde las familias cuando llegan a una institución. 

En los últimos tiempos el concepto de infancia se ha ido modificando, hasta llegar a la pluralidad de infancias. Es necesario destacar esto ya que nos permite entender que los/as niños/as son sujetos de derecho por lo que no solo es responsabilidad de las familias brindar una educación integral sino también del Estado y de la sociedad. 

Como institución educativa debemos tener en cuenta cómo está conformada dichas familias y sus rutinas y hábitos familiares, y qué expectativas tiene sobre el ingreso al jardín de sus hijos/as.

¿Qué papel ocupa el jardín entonces? creemos que uno de los más importante, es aquí donde cada niño/a transita sus primeras experiencias de aprendizaje y de socialización. Es por ello, que en los jardines maternales e inicial, el primer encuentro que tiene la docente para conocer a ese niño/a y su familia es en “la entrevista inicial”, en donde se pregunta desde el nacimiento de ese niño/a, cómo es la dinámica familiar con horarios laborales y rutinas, cómo manejan los límites, cómo está conformada esa familia y en donde viven, costumbre de crianzas etc; dicha información nos  permite conocer a ese niño/a desde su integralidad, como así también conocer a sus familias y que ellos conozcan a el/la docente e institución.

 Por lo tanto debemos tener en cuenta la importancia en la articulación entre el jardín y las familias, sin perder de vista los valores de ambas partes. Es decir desde el jardín comprender la cultura, los códigos y la diversidad de familias que se presentan, como así desde las familias, comprender el trabajo de la institución y los docentes, para ir construyendo la confianza y permitir un espacio para una educación integral para los niños/as.

El docente a cargo de una sala, debe saber que será el encargado de estimular, enseñar y acompañar, en estos primeros años y para ello debe estar preparado cognitiva y emocionalmente. A partir de aquí se puede decir que la crianza del niño/a no está a cargo solamente de la familia, sino que hablamos de una crianza compartida. 

Es necesario hacer mención al concepto de crianza elaborada por Rosa Violante quien dice que, “la Crianza es el proceso educativo a través del cual se transmite a los niños pequeños el conjunto de saberes sociales propios de la comunidad, al mismo tiempo que se los ayuda a conquistar la confianza básica y la autonomía en las actividades cotidianas como parte del desarrollo personal y social” ( Soto y Violante, 2005). Entonces  dentro del jardín, el niño/a acompañado por el docente, logrará desarrollar autonomía y logrará un progreso social que le permitiría sentir confianza para afrontar los desafíos cotidianos e ir desarrollando su subjetividad. 

Porque sabemos que en la primera infancia, construimos los primeros eslabones que nos permitirán crecer con mayor autonomía y confianza. Para ello, debemos ofrecer en la primera infancia, las condiciones adecuadas que permitirán que la construcción de dichos eslabones sean fuertes y seguros. En el texto “cuando el bebe ingresa al maternal” (Mercedes Lasalle) menciona que “la educación temprana puede, por un lado, modificar positivamente la estructuración y el perfeccionamiento neuronal y mental, lo que permitirá al sujeto utilizar niveles cada vez más complejos para pensar, sentir y relacionarse con los demás, y por el otro, puede transformarse en un instrumento para compensar las desigualdades sociales en lo que se refiere a la posibilidad de prevención del fracaso escolar y de la exclusión social”. Desde este punto y así es como debe ser, se piensa en dar un completo bienestar a los/as niños/as que ingresan al jardín. Son ellos los protagonistas principales dentro de la institución, y los docentes, somos los encargados de propiciar que el contexto en el que ellos se movilicen, sea el más estable, la base segura, como lo denomina Bowbly estará a cargo, no solo por las familias, sino también por la institución que la familia elija para compartir la crianza de su pequeño/a. Teniendo en cuenta como base segura a la posibilidad de brindarle al niño/a la oportunidad de avanzar y explorar el entorno, sabiendo que cuando el/la niño/a necesite del adulto a cargo, éste  lo recibirá y protegerá.

Hace ya mucho tiempo que los niños/as dejaron de ser parte del ámbito privado (familia) y son parte del ámbito público, con estos queremos decir que desde el inicio de su vida escolar los educadores pasan a ser parte de su crianza, por eso hacemos referencia a las posibilidades que éste les pueda brindar dentro de lo cognitivo, social y emocional. Nos parece pertinente destacar una frase que resume el texto “ Para criar a un niño/a hace falta una tribu entera” (Crianza compartida - pág. 51)

Autoras: Cintia Alcaraz, Jacqueline Chacón y Patricia Rozas. 

Bibliografía:

•  “Cuando el bebé ingresa al jardín maternal” de Lasalle

• “Tiempos de separación y del encuentro” María Emilia López 

• "Funciones maternas, paternas y del campo de lo social" de Mariana Karol

• "Conceptos de infancias y familias "de Silvia Rebagliati

• "Una base segura" Johnn Bolwby.

• Crianza Compartida - Sena, Cottec Perez.